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domingo, 28 de febrero de 2016

Mi Derecho a Decidir Sobre Gestación Subrogada

    Entendemos como derechos reproductivos los que buscan proteger la libertad y autonomía de las personas para darles capacidad reproductiva, sin discriminación por género, edad o raza. Acceder a la paternidad y maternidad  ha evolucionado, con grandes cambios en la reproducción, pero el modelo de familia también y si estos dos cambios  no caminan a la par, estarán infringiendo el derecho de igualdad establecido en “La Carta Magna.”

    Y es que las leyes van cambiando en función de las necesidades de la sociedad.

    La Ley 14/2006 de 26 de mayo sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, supuso la regulación  y seguridad jurídica para los derechos de las personas que por causas diversas, no pudiesen engendrar hijos e hijas, sin ayuda de profesionales médicos. 

    Es una ley que  otorga el derecho a la paternidad y maternidad a personas cuyos óvulos y esperma sufren algún problema fisiológico, que les impida engendrar un embrión. Es una ley muy evolucionada y acorde con la sociedad actual, pero es también paradójicamente una ley discriminatoria ya que excluye a las personas que no tengan útero para gestar. Es una ley que prohíbe a la  mujer española renunciar a la filiación materna en favor de una tercera persona. Es una ley discriminatoria para la mujer ya  que solo contempla la reclamación de la filiación  por parte del varón y padre biológico, lo que significa que uno de los padres de intención deberá ser varón, excluyendo de este derecho a su pareja  y a  las familias monoparentales de mujeres y  familias de lesbianas. Es una ley en definitiva que impide a las mujeres ejercer su derecho a decidir libremente.

    Quien soy yo para decirle a otra mujer, lo que debe o no debe hacer…? Todas las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo y a ceder nuestro útero a una tercera persona para gestar a su hijo o hija, si así lo deseamos.

    La Gestación Subrogada propone regular el acceso a esta técnica, pero la ley se niega a aceptarlo con el beneplácito y apoyo de algunos colectivos que “se rasgan las vestiduras” erigiéndose protectoras matriarcales de otras mujeres y bajo el nombre de feministas. Feminismo es trabajar para que la mujer se empodere en su propia valía y sea libre, porque es capaz de pensar, razonar y decidir sin que nadie, ni patriarcado, ni otras mujeres, ni partidos políticos, filósofos y demás librepensadores, nos diseñen "La Hoja de Ruta" a seguir. Mis palabras no aspiran a formar un debate sobre los motivos que llevan a una mujer a ceder su útero para engendrar al hijo o hija de otra persona.

    No quiero “aconsejarles” con la tan manida adopción. La adopción es un método de protección de la infancia y su objetivo es dar una familia a niños que no la tienen. La Gestación Subrogada es una técnica de reproducción asistida y su objetivo es dar solución a problemas de infertilidad. Por otra parte, no hay tantos niños en España en situación legal para ser adoptados y adoptarlos en otros países… Si eres gay… En fin, la noticia está en todas partes.
     No quiero juzgar a nadie porque yo no estoy en posesión de la verdad. Ni siquiera estoy en “la piel” de quien toma esa decisión. No tengo ningún derecho a criticar a quién lo haga. Solo creo que quien toma esa decisión debe de tener motivos muy grandes y poderosos… Y eso ya merece todo mi respeto.

    Sin embargo si quiero incidir en mi derecho a decidir. Estoy harta de que en la mayoría de las culturas e incluso en la mía y en esta época de cambios que me está tocando vivir, el padre, el marido, el hermano mayor e incluso después el hijo… marquen el camino de la mujer. Estoy cansada de que un ministro decida sobre mi derecho a parir. Siento decepción cuando marcan diferencia salarial entre ellos y ellas. 

Estoy “hasta la peineta” de que me quieran “en casa”, cuando yo  me quiero “gata callejera.” 
Me rebelo cuando me dicen princesa, mientras yo sueño con ser guerrera… 

 Y me sangra el alma…
Si, me sangra…!!!!!!!
Cuando nos matan…..!!!!!!!


Mujeres que estáis a mi lado en la calle, con las mismas consignas que yo y bajo mis pancartas…
Mujeres que gritáis conmigo, que caminamos juntas, luchando por lo nuestro, por lo femenino, mujeres que nos queremos  lindas y libres, hermanas, hijas, madres y amigas…
Compañeras de vida…

No decidáis también lo que debo o no debo hacer…!!!!
Dejarme decidir lo que es bueno o malo para mí y permitidme elegir… Por favor…

Tengo derecho a ceder mi útero si esa es mi decisión y que nadie me cuestione… El mismo derecho que tenéis vosotras a no cederlo. Quiero y exijo una ley que lo regule, me proteja y apoye mi decisión…  Si es que alguna vez la tomo. Con todo derecho… Gracias.

Rebeca El Ave Fénix.

4 comentarios:

  1. Jesse Von Sjøgren29 de febrero de 2016, 1:21

    Estimada Rebeca:

    Dices que tus palabras "no aspiran a formar un debate sobre los motivos que llevan a una mujer a ceder su útero(...)" pero lo haces al apelar a tu derecho de hacerlo libremente y querer y exigir una ley que lo regule, te proteja y apoye tu decisión.

    Coincido contigo en alguno de tus planteamientos, pero no en algunas afirmaciones, y menos aún en algún olvido (si es que son olvidos).
    Y es que algunos de los motivos por los que, sin ser patriarcal, rasgarme ninguna vestidura, sin quererte en casa, en la calle, princesa o guerrera y declarándome feminista, muy feminista, estoy en contra de la gestación subrogada tienen que ver con cosas que, precisamente, no están en tu texto. Hablas de no discriminación por género, edad o raza. ¿Y la discriminación por clase? ¿Y las discriminaciones por condición sexual, país de nacimiento, condiciones de vida, acceso a una vida digna y libre? Hablo, en definitiva, de la discriminación de siempre, la de los ricos sobre las pobres y la de las ricas sobre las pobres. Cuando conozca casos de mujeres y hombres del primer mundo que ceden libremente su útero y resto de sus cuerpos para que una pareja sin recursos de cualquier lugar de la tierra, con independencia de su raza, origen, condición cualquiera, credo, etc. sean padres y madres, reconsideraré entonces algauna de mis mayores reservas al asunto. Mientras todos (todos. todos. todos) los casos que conozca sean los de (mayoritariamente) varones ricos que pagan a mujeres (con necesidad económica) por tener un hijo o una hija, no podré dejar de pensar que en el asunto de la subrogación hay un enorme componente económico y elementos de dominación del rico sobre la pobre.

    No me gusta tampoco el que se hable de ministros, padres, hermanos e hijos castradores que marcan caminos olvidándonos de las mujeres que también lo hacen. Particularmente tengo mucho más en común, además de la disposición cromosómica XY y sus fisiológicas consecuencias con mi padre o con Zapatero que con mujeres como Ana Botella, Ana Mato, Sarah Pallin o Marine Le Pen. Tengo más en común con la mujer que subroga su vientre en Estados Unidos que con el hombre español que paga por ello. No me gusta, digo, el que se apele a las mujeres que se quieren lindas y luchan por lo femenino, a las madres y a las amigas. Yo apelo a las que se quieren feas y deciden o no son madres. También a las que no saben si son mujeres o no. Y a las que están en camino de serlo. Y a los que lo fueron. Porque apelo a todas y a todos los que entienden que esto es una lucha de todas y de todos, que no por ser mujer se lucha por las mujeres y no por ser hombre se lucha contra ellas. Por los y las que entendemos que la pobreza es discriminatoria y marca otras discriminaciones. A las y los que entendemos que la subrogación, como la anticoncepción, la libertad, la justicia y el feminismo no es cosa de mujeres o sólo de mueres, sino de personas que queremos un mundo mejor.

    Aprovecho para pegar aquí un vínculo a un artículo de opinión en el Guardian de hace un par de días (www.theguardian.com/commentisfree/2016/feb/25/surrogacy-sweden-ban), a raiz de la prohibición de la subrogación en Suecia.

    Un abrazo,



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  2. jesse von sjøgren29 de febrero de 2016, 2:34

    Estimada Rebeca:

    Dices que tus palabras "no aspiran a formar un debate sobre los motivos que llevan a una mujer a ceder su útero(...)" pero lo haces al apelar a tu derecho de hacerlo libremente y querer y exigir una ley que lo regule, te proteja y apoye tu decisión.

    Coincido contigo en alguno de tus planteamientos, pero no en algunas afirmaciones, y menos aún en algún olvido (si es que son olvidos).
    Y es que algunos de los motivos por los que, sin ser patriarcal, rasgarme ninguna vestidura, sin quererte en casa, en la calle, princesa o guerrera y declarándome feminista, muy feminista, estoy en contra de la gestación subrogada tienen que ver con cosas que, precisamente, no están en tu texto. Hablas de no discriminación por género, edad o raza. ¿Y la discriminación por clase? ¿Y las discriminaciones por condición sexual, país de nacimiento, condiciones de vida, acceso a una vida digna y libre? Hablo, en definitiva, de la discriminación de siempre, la de los ricos sobre las pobres y la de las ricas sobre las pobres. Cuando conozca casos de mujeres y hombres del primer mundo que ceden libremente su útero y resto de sus cuerpos para que una pareja sin recursos de cualquier lugar de la tierra, con independencia de su raza, origen, condición cualquiera, credo, etc. sean padres y madres, reconsideraré entonces algauna de mis mayores reservas al asunto. Mientras todos (todos. todos. todos) los casos que conozca sean los de (mayoritariamente) varones ricos que pagan a mujeres (con necesidad económica) por tener un hijo o una hija, no podré dejar de pensar que en el asunto de la subrogación hay un enorme componente económico y elementos de dominación del rico sobre la pobre.

    No me gusta tampoco el que se hable de ministros, padres, hermanos e hijos castradores que marcan caminos olvidándonos de las mujeres que también lo hacen. Particularmente tengo mucho más en común, además de la disposición cromosómica XY y sus fisiológicas consecuencias con mi padre o con Zapatero que con mujeres como Ana Botella, Ana Mato, Sarah Pallin o Marine Le Pen. Tengo más en común con la mujer que subroga su vientre en Estados Unidos que con el hombre español que paga por ello. No me gusta, digo, el que se apele a las mujeres que se quieren lindas y luchan por lo femenino, a las madres y a las amigas. Yo apelo a las que se quieren feas y deciden o no son madres. También a las que no saben si son mujeres o no. Y a las que están en camino de serlo. Y a los que lo fueron. Porque apelo a todas y a todos los que entienden que esto es una lucha de todas y de todos, que no por ser mujer se lucha por las mujeres y no por ser hombre se lucha contra ellas. Por los y las que entendemos que la pobreza es discriminatoria y marca otras discriminaciones. A las y los que entendemos que la subrogación, como la anticoncepción, la libertad, la justicia y el feminismo no es cosa de mujeres o sólo de mueres, sino de personas que queremos un mundo mejor.

    Aprovecho para pegar aquí un vínculo a un artículo de opinión en el Guardian de hace un par de días (www.theguardian.com/commentisfree/2016/feb/25/surrogacy-sweden-ban), a raiz de la prohibición de la subrogación en Suecia.

    Un abrazo,



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  3. Muchas gracias por tu opinión Jesse Von Sjøgren. Opinando y viendo distintas formas de pensar, llegaremoa a buen puerto.

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